El TPM (Total Productive Maintenance) se aplica con éxito en plantas de fabricación donde los operadores de producción tienen contacto cercano con la maquinaria. Los beneficios del TPM son muchos y tienen un impacto considerable en los resultados anuales de los indicadores de la rentabilidad de la planta. Pero conseguir que los operadores de planta se consideren a sí mismos técnicos de mantenimiento de primer escalón no es tan sencillo. Se pretende, por lo tanto, que los operadores sean capaces de determinar si las condiciones de funcionamiento dejan de ser normales y actuar para reparar o reportar la avería al departamento de mantenimiento, luego se les ha de dotar de herramientas de supervisión y evaluación del estado de la maquinaria.
Tanto los medios para obtener la información sobre el estado de la maquinaria, como la forma de reportar esta información han de ser sencillos y efectivos, porque cuanto más complicados sean más probabilidad existirá de que falle la implantación del TPM. Aprenderemos más acerca del tema en el siguiente whitepaper.
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