Esta pregunta nos la hacemos dentro de nuestras organizaciones permanentemente y encontramos una serie de respuestas orientadas o desorientadas con los lineamientos de un sistema de gestión.

Quiero comparar la mejora continua como la dieta para reducir de peso por razones de salud, hago esta aclaración “por razones de salud”, porque no me gustaría que se entienda que la mejora continua en un sistema de gestión, es para cuidar “la apariencia”. 

Entonces, a una persona excedida de peso y que requiere bajarlo, le recetan aplicar una dieta. La persona que debe seguir el régimen alimentario, tomará la decisión de privarse o reducir la ingesta de algunos alimentos que prefiere comer, sin embargo, podría decidir no aplicar o hacerlo de forma parcial, extendiendo el logro del objetivo.

Habrá muchas razones externas e internas que influirán sobre la correcta decisión de aplicar la dieta y dependiendo de la atención que el paciente les preste, la dieta se realizará o no y como consecuencia la reducción de peso dependerá de esa decisión.

Por lo tanto, el éxito de la dieta sólo será alcanzado cuando dejemos de postergarla, la hagamos según lo recetado y nos esforcemos, siendo compensados finalmente con la obtención del peso objetivo. Una vez alcanzado, no permitiremos retrocesos o al menos será muy incómodo subir a la balanza periódicamente y observar cómo el peso, que nos costó tanto sacrificio obtener, se incrementa nuevamente sin querer tomar una medida.

En las organizaciones el “peso excesivo” son todos los factores que debemos mejorar para asegurar la eficacia del sistema de gestión y muchos de ellos nos permiten seguir cumpliendo con los objetivos de la compañía y los requisitos de las normas, por esta razón convivimos con ellas en una “fase cómoda”, “estamos gorditos, pero lo aceptamos”.

La Mejora se ubica por encima de la “fase cómoda” y es la que debemos buscar aun cuando la organización mantenga el Sistema de Gestión bajo control.

Identificada la necesidad de mejorar y preferir postergarla antes de realizar el esfuerzo de cambiar de manera definitiva, es lo más sencillo y común, el cambio se logrará cuando “decidamos” realizar el sacrificio, cuando seamos capaces de aceptar el “dolor” que ese cambio ocasionará, sólo así el cambio obtenido nos permitirá mejorar de manera efectiva, iniciando así el ciclo de la Mejora Continua permitiendo un nuevo cambio sólo para mejorar nuevamente.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 Unported.